Máscaras masculinas de la depresión

La depresión como enfermedad psiquiátrica es uno de los nuevos jinetes apocalípticos de la humanidad, afecta a jóvenes, adultos, ancianos, mujeres, hombre y sirve de “sustento psicológico alterado” para favorecer otros trastornos mentales y se asocia a la exacerbación de complicaciones de diferentes problemas de la salud masculina.


Cerca de 350 millones de personas padecen depresión en el mundo, con una proyección poco alentadora de que hacia el 2030 sea la primera causa de morbilidad en mujeres y haya aumentado considerablemente en hombres. Dependiendo del sexo los problemas mentales tienen características particulares lo cual conocerlo es de gran apoyo para desarrollar planes preventivos y resolutivos de cada trastorno mental en particular. En términos de género, a nivel mundial, el 3,6% de los hombres padecen depresión cada año frente a un 5,1% de las mujeres. Sin embargo, los casos de suicidios, que con frecuencia se relacionan con depresión, son más prevalentes en hombres, pues 8 de cada 10 suicidios corresponden a la población masculina (Parker G, Brotchie H (2010). Gender differences in depression. Int Rev Psychiatry , 22(5) , 429-36)

El mensaje claro es que el suicidio y, en especial, la alta mortalidad por suicidio entre hombres debido a la depresión, se convierte en un gigantesco problema de salud mental. Para abordarlo hay que pensar en el problema, y desde la perspectiva de la salud pública, existen acciones efectivas y recomendaciones para tratar de disminuir la ocurrencia de suicidios, una de estas acciones es identificar a tiempo las “Máscaras Masculinas de la Depresión”(1,2)

Registro de una entrevista psiquiátrica entre el especialista y el paciente

Este diálogo es entre el psiquiatra y Rafael (un paciente), quien utiliza varias “máscaras” para no afrontar su problema depresivo. Es un ejemplo de como en la mente del hombre emergen respuestas evasivas, negadoras y nada útiles para la resolución del problema depresivo. En el fondo, estas respuestas están sustentadas en el miedo, miedo a afrontar, “a ver”, a tener conciencia del problema depresivo. Es un miedo masculino que se convierte es máscaras de la depresión.


Psiquíatra. Buenos días Rafael, por favor tome asiento

Rafael. Buenos días Dr, cómo está

Psiquíatra. Bien Rafael, en qué te puedo ayudar

Rafael. Bueno Dr, vengo a consulta por insistencia de mi esposa, lleva años diciéndome que estoy mal, que estoy deprimido, y la complací, aquí estoy…

El problema mental de Rafael se había iniciado hace varios meses o tal vez años. El paciente tenía problemas con su animo, mencionaba mensajes como los siguientes: No me siento bien, estoy triste, vivo sin esperanza, vacío. Era evidente que el animo de Rafael era deprimido. Además había perdido interés o placer en muchas cosas: “Son muchos los días seguidos que no me provoca nada”. Y decía: “¡Como me cuesta concentrarme!”, ir al trabajo, salir con amigos, ya no soy el mismo. Rafael tenía problemas con el sueño, dormía demasiado, había perdido peso, sus relaciones sexuales eran muy distantes (“ya no existen”) y refería que prácticamente todos los días vivía cansado.
En una de las consultas Rafael comentó lo siguiente: “Creo que ya no sirvo para nada, cada día soy más indeciso, pienso con frecuencia que lo mejor es desaparecer y hasta he pensado que lo mejor es morirme o matarme”. Y todos esto síntomas afectaban su trabajo, relaciones sociales, no compartía con su familia y hasta había descuidado su aseo personal.

Psiquíatra. ¿Qué crees que te esta pasando Rafael?

Rafael. El estrés Dr., el estrés y los problemas económicos me tiene mal estoy seguro que si las cosas mejoran me voy a sentir mejor. Mi empresa no anda bien, todo mis amigos están igual que yo, lo que pasa es que ellos no son capaces de reconocerlo. Ellos utilizan el alcohol para huir de los problemas, yo no, yo los enfrento y es lógico que me golpean… Pero todo cambiará muy pronto, nada es eterno, también es que mi esposa es muy “necia” con el cuento de la depresión. ¡La depresión no es conmigo!…

¿Qué son?

Son explicaciones no adecuada ni ciertas con lo cual se encubre un Trastorno Depresivo, las máscaras están vinculadas al miedo acerca los problemas mentales. También las máscaras son producto de la ignorancia relacionada con el mundo emocional.

¡Estoy muy estresado!

Es una de las máscaras más utilizadas, el término estrés da para todo, se encubren problemas depresivos y de ansiedad, problemas relacionados con sustancia como el alcohol, problemas de personalidad y conflictos de pareja.

El fantasma del dinero.

Es una careta que invade la mente y la “paraliza”, no deja ver la realidad, la desesperación que genera tener dinero, gastar dinero, no tener ingresos similares a años anteriores o tener menos dinero que otros, agregado al trastorno depresivo, confunden de tal manera que se le hace muy difícil al individuo tener algunas luces de realidad. Lo más fácil es vincular su problema mental a situaciones económicas

¡Los hombres no se deprimen!

Estas ideas masculinas de “superioridad” se aprenden en la sociedad y en la cultura. La masculinidad está “fatalmente” relacionada con evasión e ignorancia emocional de que las “emociones son cosas de mujeres”, sesgo mental muy presente y activo en el hombre.

  1. Men and depression. National Institute of Mental Health. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/men-and-depression/index.shtml.
  2. Depresión masculina: comprender los problemas. Mayo Clinic https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/depression/in-depth/male-depression/art-20046216

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