EL COVID-19 EN LA PERSPECTIVA DE LA ECONOMÍA (cinco entrega)

Francisco J Contreras Economista con un doctorado de tercer ciclo en prospectiva y previsión de la EHESS de París.
Tememos que el desprecio hacia la ciencia y su dimensión ética puedan tener un elevado costo social. En ese ámbito y desde la perspectiva económica observamos severas carencias del conocimiento por parte de los responsables de hacer política pública que unida a la infoxicación que prevalece en las redes crean unas condiciones que amplifican el poder de impacto de la actual pandemia. Como estos medios de difusión son limitados colocaremos en la mesa de reflexión de manera la más frugal posible nuestras inquietudes.
1 Es inconveniente crear condiciones de parálisis económica trancando fronteras, impidiendo los procesos de producción, obstaculizando de manera crucial la logística de aprovisionamiento y cerrando el comercio. Lo conveniente es proceder con lo máximo que permite el estado del arte en el terreno de las ciencias de la salud para prevenir y evitar la difusión de la pandemia.
2 Es conveniente alimentar el fortalecimiento emocional, espiritual y moral a nivel individual recurriendo al lado positivo de sus creencias.
3 Hay que instruir de manera sencilla a la gente para elevar su comportamiento a la máxima frugalidad que le sea posible, evitando lo que no sea necesario para el sostenimiento de su mínimo estado de su bienestar material y de sus equilibrios en las dimensiones éticas, emocionales y espirituales.
4 Es necesario mantener la alegría de vivir en última instancia cada uno debe decidir la dignidad con la cual vive su adversidad.
5 Es un deber evitar espacios donde la presencia no sea necesaria, pensando desde ese inconsciente espiritual para no contribuir con el contagio de los demás y para hacer práctica de la subsidiaridad cuando alguien lo necesite.
6 La divulgación y reflexión social de los individuos es necesaria para comprender que habrá un costo en el tiempo entre las consecuencias del daño irreversible a la economía y la amenaza en tiempo real de la pandemia en sí misma. Se requiere la comprensión de los propios mecanismos auto reguladores de desarrollo inmunidad a medida que el tiempo pasa.
Si todos se quedaran en su lugar, sin respirar, ni comer, sin conversar, sin…, muy seguramente derrotaríamos al COVID, pero quizás no tendremos a quien contarlo ni siquiera alguna soledad que nos acompañe.
EL COVID-19 EN LA PERSPECTIVA DE LA ECONOMÍA (segunda entrega)
Las sensaciones experimentadas cuando existe la posibilidad de contagio con desenlace fatal son las reacciones normales del estrés en su forma más exagerada, pero no son más que sensaciones. En términos de desutilidad marginal emocionalmente superan las aprehensiones reales del estado de inflación galopante, depresión económica y severa caída en tiempo real de los inventarios.
Entre la primacía del desagrado por la posibilidad de contagio y los impactos económicos reales, se recrea un sesgo que hace pensar que los impactos económicos son inferiores a los que realmente son, por lo que una exagerada reacción social y unas políticas públicas de parálisis económica inducida pueden ser más dañinas que el propio COVID-19.
Por muy desagradables que sean las sensaciones, ellas no son en absoluto perjudiciales ni peligrosas. Claro está, si se toma conciencia de que no sucederá lo peor y que se pueden contener los daños porque se está mejor preparado ahora que ante todas las pestilencias que han amenazado la humanidad desde el comienzo de la historia y que no sucederá nada peor. El estrés necesario para enfrentar la adversidad y es la clave de la anti-fragilidad si tan solo se asume como lo que es y no como algo ante lo cual no existe otra opción que la parálisis.
Hay que contener a los pensamientos reincidentes sobre lo que está sucediendo, que no cunda el pánico. Las emociones son tan solo emociones alojadas en la mente, y, como tales, pasarán. Si bien no se puede luchar contra esas pulsiones, se puede tomar una pausa reflexiva ante lo que se piensa inevitable de modo que cada amenaza sea a su vez la fuente de superación de la adversidad.
Toda pausa hace sentir mejor a quien administra bien su estrés, el COVID-19 puede estimular en la gente un sentir hipocondríaco con más ansiedad anticipatoria, sin aportar soluciones y con menos control ante las emociones. La probabilidad de morir por el COVID-19 es inferior a la de otras enfermedades y quizás de menor impacto que los efectos económicos colaterales que podemos inducir con un comportamiento inadecuado.
EL COVID-19 EN LA PERSPECTIVA DE LA ECONOMÍA (tercera entrega)
Son tiempos que exigen restablecer un equilibrio interior entre las pulsiones de las emociones y la razonabilidad de la conducta humana en la perspectiva de la economía. El trabajo es retador pues los acontecimientos derivados de una amenaza inminente sobre la vida del individuo y el aprovechamiento interesado de esos estados extremos se edifican como un terreno fértil para extraer rentas económicas o para acumular poder sobre los demás sin su debido consentimiento.
La disrupción tecnológica comunicacional con una abrumadora y sofocante “infoxicación” permite a unos pocos poseedores de saber, de recursos y de poder político manejar con ventaja cualquier evento bajo la justificación de que criticarles es un freno al libre pensar y al ejercicio de albedrío de la gente, así sea un error que conscientemente esa misma gente conoce, y aun a su pesar, asuma como verdad porque así lo desea.
Es un mundo en el cual prevalece:
1 Lo superficial sobre lo realmente substancial.
2 La manipulación fundada en un comportamiento que desdibuja la condición humana.
3 La abrumadora creación de representaciones comunes edificadas sobre el simplismo lógico de una realidad compleja de difícil interpretación.
En fin, es un mundo de elaboraciones prefijadas que dan la impresión de ser verdades naturales, simples y lógicas, y no el resultado de la actividad social de los hombres.
Es un contexto de fragilidad social que en distintos grados de perversión permite a quienes detentan el poder extraer rentas de un cataclismo mundial. En distintos grados, porque mientras más débil sea institucionalmente un país, más anti-fragilidad desarrollaran quienes supuestamente detentan, como delegación temporal y no perpetua, el poder sobre los demás.
Cómo evitar estas perversidades: leyendo y divulgando solo información pertinente de instituciones como la Organización Mundial de la Salud y de investigadores de centros de enseñanza de certificada autonomía y de libertad de cátedra. Es un peligro supeditar el juicio en la mercantilización del saber.
EL COVID-19 EN LA PERSPECTIVA DE LA ECONOMÍA (cuarta entrega)
Desafíos de política económica en tiempo real (aquí y ahora)
Lo que se está pensando en subsidios directos con repartición de bonificaciones mediante emisión irresponsable de dinero es algo que tendría consecuencias extremas pues con un inventario finito de bienes y servicios el desorden inflacionario y la barbarie social serían la contraparte de esa displicencia hacia la Ciencia Económica. La parálisis económica del país en una condición de precariedad casi absoluta de bienes y servicios públicos, de ruptura de las cadenas de valor es la vía más expedita para la propagación y expansión de todas las calamidades públicas que sufrimos.
El país posee aún las formas de enfrentar con éxito esta crisis, sin contar con recursos externos, pero con medidas desde lo individual a lo social, desde lo local a lo nacional de liberación de las fuerzas productivas bajo asfixia regulatoria. Hay que activar un conjunto de principios como:
1 Toda medida o norma pública debe estar sujeta a evaluación previa de impacto microeconómico: no hay otra opción que someter cualquier regulación a una evaluación de impacto de manera de reducir a la mínima expresión las perversiones de los mercados negros (moralmente especulativos), como está ocurriendo ahora con el tráfico de combustible, más adelante será en todo si no se frena.
2 Asegurar una fuente de liquidez real local en cada estado mediante el establecimiento de puntos de venta en los expendios de gasolina a un valor de 20 céntimos de $USD, la generación de esta liquidez estará directamente relacionada con los presupuestos relacionados con la salud y la alimentación de las alcaldías y de las gobernaciones, bajo auditoria de los recursos docentes y de investigación de las universidades locales.
3 Reducción de la anti-fragilidad de los mercados negros mediante incentivos morales en cada comunidad a través de una campaña compartida entre todos los ciudadanos desde las redes sociales.
4 Distanciamiento social.
5 Liberación de las cadenas de suministro agroalimentario
6 Protección de la capacidad de producción y reproducción agropecuaria
7 Preparación de cada hogar como hogar-hospital con apoyo sanitario de recursos de movilización rápida para la atención en el sitio de contagio, hay que prepararse para un desborde de todo el sistema convencional de salud.
Son líneas prospectivas situacionales para reducir el desorden, la crítica cuando no se acompaña de una propuesta compartida de orden superior se considera parte substancial del problema. Igualmente, el razonamiento velado de ataques a la persona como línea de acción.
