
Qué es Ansiedad
- Ansiedad y miedo (AM) son emociones muy cercanas que comparten circuitos cerebrales
- Ansiedad y miedo son respuestas adaptativa de la mente que le permiten al humano generar equilibrios individuales y sociales.
- También ansiedad y miedo es malestar la persona se siente incómoda, inquieta, tensa, preocupada o en alerta mantenida debido a estímulos identificados
- Ansiedad y miedo es una respuesta de la mente a estímulos externos como inflación, agresión social o conflictos familiares.
- o sin la presencia de estímulos, esto último es vivir ansioso y miedoso con frecuencia, sin identificar la causa y por lo tanto, se hace difícil precisar la relación causa-efecto.
- Ansiedad y miedo también es una respuesta de la mente a estímulos internos como: La idea que se es viejo y no ya no sirve para nada, el recuerdo continuo de cuando perdió el avión en el viaje a España, el “vivir preocupado” por lo que pasará mañana o el pensar que será incapaz de resolver situaciones futuras dificiles.
Cuando emerge el problema o la enfermedad por Ansiedad y Miedo
Los modelos humanos de ansiedad y miedo, una vez que se activan ante la presencia de amenazas como vivir una situación social agresiva o inestable, percibir la sensación corporal de taquicardia o pensar el algo negativo, no modelan un estado patológico sino una respuesta adaptativa de baja intensidad emocional y se fomenta el aprendizaje y ajuste del organismo a estímulos externos, internos y proporciona herramientas de investigación para estudiar las respuestas funcionales normales, requisito previo para identificar los mecanismos disfuncionales que generan los problemas y las enfermedades mentales por ansiedad y miedo.
Es diferente vivir con respuestas de adaptacion a la ansiedad y miedo que con problemas y enfermedad Es diferente tener problemas por ansiedad y miedo.que estar enfermo. La enfermedad es un conjunto de trastornos mentales que los síntomas y complicaciones están registradas en las clasificaciones internacionales de enfermedades mentales. Los registros científicos más importantes son Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastonos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría. La diferencia entre problema y enfermedad es que en los problemas por ansiedad y miedo los síntomas y el malestar psíquico y físico no cumplen con los requisitos para registrarlos como enfermedad o trastorno mental.

Pasar de un problema por ansiedad y miedo a enfermedad es fácil y frecuente, implica diferentes estados mentales que pueden cambiar de ubicación en el espectro. Hoy se puede tener un problema y mañana pasar a la enfermedad. Es muy difícil que un trastorno o enfermedad por ansiedad y miedo NO se inicie como un problema. También una vez que aborda la enfermedad o el problema el individuo puede moverse al rango azul o verde del espectro, que corresponde a respuesta adaptativa, es decir se estabiliza la mente y trabaja en la dimensión de aprendizaje y creación de valor emocional
Como
Porque se generan los problemas de ansiedad
Esquemas disfuncionales Los esquemas subyacentes de individuos vulnerables se hipotetizan como más rígidos, inflexibles y concretos que los esquemas de individuos normales. Se considera que los esquemas disfuncionales permanecen latentes hasta que se activan en circunstancias que se asemejan a las circunstancias bajo las cuales se formaron. Su rango de activación puede generalizarse y esto puede conducir a una mayor pérdida de control sobre el pensamiento (Kovacs y Beck, 1978). Los esquemas disfuncionales tienen un contenido idiosincrásico derivado de las experiencias de aprendizaje pasadas del individuo. Hay al menos dos niveles de conocimiento representados en el esquema disfuncional que desempeñan un papel en la angustia emocional (Beck, 1987): información proposicional o suposiciones, que se caracterizan por declaraciones if-then (por ejemplo, «Si a alguien no le gusto yo … «no valgo nada»), y en el nivel más profundo conceptos absolutos o «creencias fundamentales», que no son Esquemas disfuncionales Los esquemas subyacentes de individuos vulnerables se hipotetizan como más rígidos, inflexibles y concretos que los esquemas de individuos normales. Se considera que los esquemas disfuncionales permanecen latentes hasta que se activan en circunstancias que se asemejan a las circunstancias bajo las cuales se formaron. Su rango de activación puede generalizarse y esto puede conducir a una mayor pérdida de control sobre el pensamiento (Kovacs y Beck, 1978). Los esquemas disfuncionales tienen un contenido idiosincrásico derivado de las experiencias de aprendizaje pasadas del individuo. Hay al menos dos niveles de conocimiento representados en el esquema disfuncional que desempeñan un papel en la angustia emocional (Beck, 1987): información proposicional o suposiciones, que se caracterizan por declaraciones if-then (por ejemplo, «Si a alguien no le gusto yo … «no valgo nada»), y en el nivel más profundo conceptos absolutos o «creencias centrales», que no son condicionales (por ejemplo, «no valgo nada»). En los trastornos de ansiedad, los esquemas contienen suposiciones y creencias sobre el peligro para el dominio personal (Beck et al., 1985) y sobre la capacidad reducida para hacer frente. En la ansiedad generalizada, por ejemplo, una variedad de situaciones se consideran peligrosas y las personas tienen suposiciones sobre su incapacidad general para hacer frente. En contraste, los pacientes con trastorno de pánico tienden a malinterpretar las sensaciones corporales como un signo de catástrofe inmediata (Clark, 1986) y, por lo tanto, tienen suposiciones sobre la naturaleza peligrosa de las respuestas corporales. En las fobias, los pacientes asocian una situación o un objeto con el peligro y suponen que ocurrirán ciertas calamidades cuando se expongan al estímulo fóbico. Desafortunadamente, la escasez de investigación sobre el contenido de esquemas disfuncionales en diferentes trastornos de ansiedad impide conclusiones firmes sobre el contenido del esquema en estos trastornos. De acuerdo con Beck et al. (1979), el individuo deprimido tiene una visión negativa de sí mismo, y el yo se percibe como inadecuado, defectuoso o privado y, en consecuencia, el paciente deprimido cree que él o ella no es deseable ni tiene valor. La Escala de Actitudes Disfuncionales de Actitudes (Weissman y Beck, 1978) fue desarrollada para evaluar esquemas disfuncionales en la depresión. La escala consiste en una variedad de grupos de actitud (por ejemplo, «Puedo encontrar la felicidad sin ser amado por otra persona»; «Si a los demás no les gustas, no puedes ser feliz»; «Mi vida se desperdicia a menos que sea un éxito total»), y las respuestas se realizan en una escala de siete puntos que van desde «totalmente en desacuerdo» hasta «totalmente de acuerdo». Cuanto mayor sea el puntaje general en la escala, mayor será el nivel de disfuncionalidad y propensión a la depresión. Distorsiones cognitivas Una vez activadas, se cree que los esquemas disfuncionales anulan la actividad de esquemas más funcionales. Aunque el procesamiento basado en esquemas es económico, ya que los individuos no tienen que depender de toda la información presente en las configuraciones de estímulo para interpretar los eventos, este tipo de procesamiento sacrifica la precisión por la economía del procesamiento. Una consecuencia del procesamiento del esquema disfuncional es la introducción de sesgos y distorsiones en la cognición. Estos procesos han sido denominados «errores de pensamiento» por Beck et al. (1979) y se conceptualizan como desempeñando un papel importante en el mantenimiento de evaluaciones negativas y angustia. Se han identificado errores específicos: • Inferencia arbitraria: sacar una conclusión en ausencia de evidencia suficiente. • Abstracción selectiva: enfocarse en un aspecto de una situación mientras se ignoran las características más importantes. • Sobregeneralización: aplicar una conclusión a una amplia gama de eventos cuando se basa en incidentes aislados. • Ampliación y minimización: ampliar o reducir la importancia de los eventos. • Personalización: relacionando eventos externos con uno mismo cuando no hay base para hacerlo. • Pensamiento dicotómico: evaluación de experiencias en términos de todo o nada (blanco y negro).

No puedes hacer absolutamente nada para evitar que, cuando menos lo esperes, las cosas salgan mal. Si este pensamiento te causa ansiedad, nadie en el mundo puede negar que tienes razón. Además, tu preocupación es mucho más común de lo que imaginas. Si pudieras hacer desaparecer tu ansiedad, tu vida sería mucho más fácil, ¿verdad? Bueno, tal vez, o tal vez no. ¿Es necesario que la ansiedad desaparezca para vivir una vida plena, vital, con riqueza y propósito? ¿O puedes aceptar la vida tal como es y asumir estoicamente que puede pasar cualquier cosa?
Con sencillez y sentido del humor, este libro aborda el problema de la ansiedad de manera diferente a la mayoría. Te ayudará a sumergirte en tus preocupaciones y ver cómo sería tener ansiedad y aún así respirar y vivir de una forma auténtica y acorde con tus valores.
Kelly Wilson: “Hay que abrazar las ansiedades. Tu mayor vulnerabilidad suele ser lo que más amas”
El psicólogo estadounidense publica un libro sobre la ansiedad en el que desgrana las formas de convivir con timidez, fobias e inseguridades
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Kelly G. Wilson no es un tipo pesimista, algo que se empeña en subrayar varias veces en una distendida conversación por videoconferencia. Quizá es una forma de explicar el título de su último libro, Las cosas podrían ir terriblemente mal (Arpa, 2023), que firma a cuatro manos con el terapeuta conductual Troy DuFrene. Con este condicional no pretende tanto ponerse en lo peor, sino abrazar los miedos y convivir con la ansiedad como una forma de terapia. Wilson, (Olympia, Estados Unidos, 69 años) es psicólogo y profesor de la Universidad de Misisipi, Estados Unidos. Superó en su juventud problemas de drogodependencia e ideas suicidas. Se convirtió después en académico y pionero de las terapias de aceptación.
Su carrera se puede resumir en tres letras ACT. Pero quizá eso sea resumir demasiado; este es el acrónimo, por sus siglas en inglés, de las Terapias de Aceptación y (TDO) TERAPIA de DESCUBRIMIENTO y OPTIMIZACION Compromiso, una teoría que Wilson empezó a predicar en los años noventa y que ha ido ganando peso en el mundo de psicología con los años. Viene a decir que es mejor asumir las miserias en lugar de evitarlas, conectar con los propios miedos en vez de protegerse de ellos. En su último libro explica, tirando de experiencias y estudios, que no hay que huir de la ansiedad. Que en su lugar, lo mejor es meterse de lleno en ella, sentarse tranquilamente y mirar alrededor.MÁS INFORMACIÓN
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Pregunta: Las cosas podrían salir terriblemente mal. Vaya título…
Respuesta: Bueno, es bastante cierto, ¿no? Si vives lo suficiente, experimentarás una tragedia. Quiero decir, es una parte inevitable de la vida en la medida en que estás involucrado en el mundo, te preocupas por él y vives con cierta pasión, eres vulnerable a la pérdida. Personalmente, soy una persona bastante optimista. Creo que la gente puede liberarse. Simplemente, no creo que la mejor forma de hacerlo sea deshacerse de la tristeza, la ansiedad y cosas así.
P: Y, sin embargo, en cierto sector de la psicología, se repite la idea de que las cosas irán bien, de que saldremos mejores, que querer es poder…
R: Veo ese tipo de cosas a menudo en internet: gente que predica la psicología como un ejercicio de autoafirmación, que repite como un mantra eso de “soy suficientemente bueno”, “merezco ser amado”. Y no hay pruebas de que hacer esto tenga un efecto positivo. De hecho, hay algunos datos que sugieren lo contrario. Por ejemplo, hubo un estudio en el que participaron niños con baja autoestima y otros con alta autoestima. Y todos tuvieron que hacer este tipo de ejercicio de autoafirmación, repetirse a sí mismos que eran buenos. Los niños que tenían una alta autoestima se sintieron un poco mejor consigo mismos por un momento. Pero los niños que tenían baja autoestima en realidad se sentían peor.
P: En su libro habla de mindfulness. ¿Por qué cree que este concepto, que se ha utilizado durante milenios en distintas religiones, se ha vuelto tan popular en los últimos años?
R: Supongo que hay algunas muy buenas razones y también algunas malas. Vivimos en un mundo en el que no se presta atención plena. Todo va sobre eficiencia. Tienes que hacer muchas cosas y muy rápido. Mi reloj me está vibrando en la muñeca, avisándome de lo siguiente. Mi móvil está lleno de notificaciones. El mundo fluye hacia nosotros como no lo ha hecho en ningún otro momento en la historia de la humanidad. Tenemos más acceso a lo que sucede en el mundo y de maneras que se entrometen activamente en nuestras vidas. Creo que la gente tiene hambre de la simplicidad, de experiencias. Antes de esta entrevista, por ejemplo, estuve dos horas paseando por los senderos de montaña en el desierto. Salí al amanecer, y somos solo yo, la vida silvestre, el cielo y el sol. No me pongo música ni nada. Es solo el sonido de mi propia respiración, mis pies golpeando el suelo…
P: Yo estaba en el metro y aproveché el viaje para responder mails. No siempre es fácil encontrar ese tiempo y ese lugar para meditar.
R: Exacto, y hay que preguntarse, ¿cuándo tendremos una oportunidad para parar? Vivimos en un mundo acelerado y hay que buscar activamente esos momentos de pausa. Y además tenemos que encontrar prácticas que nos funcionen. Las meditaciones clásicas, sentado, en silencio… son hermosas, pero son prácticas monásticas. Y para algunas personas pueden funcionar, pero hay muchas otras formas de practicar mindfulness, de centrarse en el ahora con atención plena. Por eso animo a la gente a que encuentre una práctica que le funcione. Yo, por ejemplo, no soy un muy buen meditador cuando se trata de meditaciones sentadas. Pero puedes probar con el yoga, correr por el campo, nadar…
P: Cuando hablamos de ansiedad, más allá de las causas internas, ¿cómo de importantes son las externas, las ambientales?
R: La gente suele suponer que muchas dificultades psicológicas son básicamente algo que sucede dentro del organismo. Pero sabemos que eso no es cierto, incluso en las dificultades psicológicas más hereditarias. Cuando alguien te dice que tiene problemas de ansiedad, normalmente se queja de algo externo. Digamos que eres una persona vulnerable a cierto nivel de ansiedad. Y la ansiedad no es un continuo, hay momentos de la vida con picos en determinadas situaciones. Pero algunas personas claramente parecen ser más vulnerables, tal vez debido a variantes genéticas, pero también porque tenemos historias de vida diferentes.
P: ¿Y qué hace la gente cuando llega ese pico de ansiedad?
R: Digamos que soy una persona que tengo cierta fobia social, tengo miedo de que la gente se dé cuenta, de que me humillen, que me vean como débil o que se aprovechen de mí. Una de las formas más fáciles de controlar esa ansiedad sería no estar rodeado de gente. O medicarme para alejar la ansiedad. Pero date cuenta de lo que acaba de pasar allí: mi vida se hizo un poco más pequeña. Una de las cosas que pasan con la ansiedad es que la gente se da cuenta de la fuente que la genera e intenta cortarla. Y después intenta no pensar en ello. No vas a una fiesta porque te genera ansiedad, y no piensas en que no has ido porque te genera más ansiedad. Es una historia común, estar ansioso es algo por lo que estar ansioso.
P: Y lo que usted propone es lo contrario, abrazar esas ansiedades y aceptarlas
R: Correcto, hay que abrazar las ansiedades por tu propio bien. Los valores y las vulnerabilidades nacen del mismo lugar. Tu mayor vulnerabilidad suele ser lo que más amas. Lo que más anhelas es también el lugar en el que eres más vulnerable. Así que no conozco ninguna manera de alejarnos de las inseguridades que no implique también alejarnos de nuestros valores. ¿Qué hacemos con ese mundo interior? ¿Qué hacemos con las situaciones que nos ponen ansiosos o tristes? Podemos retirarnos y que nuestro mundo se haga más pequeño. Pero es posible, y sé que suena como una idea loca, tomar una relación diferente con esas experiencias.
P: Solo el 3% de la población es diagnosticada con trastorno de ansiedad, pero dice usted que las cifras mienten. ¿Por qué?
R: Una de las cosas que sucede con el diagnóstico es que dividimos los problemas psicológicos en muchas, muchas categorías. Bueno, hay algunos de aquí que están ansiosos y otros que están más deprimidos. Y ya tienes dos categorías. Luego entras en las que están ansiosas y dices, bueno, algunas de estas personas están ansiosas por los espacios públicos, pero no lo están por los espacios cerrados. O están socialmente ansiosos, pero no les preocupan las alturas. Muy pronto tenemos la ansiedad dividida en 100 categorías. Y cada una de ellas podría representar un porcentaje bastante pequeño, pero si las sumas, es mucho mayor.
P: ¿Y estas cifras están aumentando? ¿Estamos más ansiosos ahora que hace unos años?
R: Es una pregunta complicada. Sí, existe alguna evidencia que sugiere que los niveles de ansiedad y depresión, al igual que su prevalencia a lo largo de la vida, han aumentado notablemente. Pero yo diría que debemos ser un poco cautelosos con eso. Yo, con mi edad [69 años] sí, me he sentido deprimido y ansioso. Y lo he dicho. Si le preguntaras a mi padre sobre eso, es poco probable que te contestara. Y mi abuelo jamás habría confesado un problema psicológico. Creo que es saludable que la gente pueda hablar de estas cosas en voz alta. Yo siempre he sido bastante abierto acerca de lo mío. He mencionado mi historia de salud mental. Depresión suicida. Hospitalización psiquiátrica. Y una adicción severa a las drogas y al alcohol hasta los 30 años.
P: ¿Por qué es importante decir estas cosas en voz alta?
R: En parte hablé de ello porque cuando escribo y enseño sobre el sufrimiento psicológico lo hago desde aquí [se señala un punto intermedio entre el estómago y el corazón]. Los libros se escriben de adentro hacia afuera. Así que tenemos algo que ver con la ciencia, pero también con la experiencia vivida de forma real.
Crecí en los años 50 y 60, en este mundo hipermasculinizado, y cualquiera podría hacerme llorar. Era terrible, ser un niño en este mundo de machos. Lloraba fácilmente, estaba más interesado en la máquina de coser de mi madre que en el fútbol. Y pensé que esa vulnerabilidad que tenía era el enemigo. Y traté con todas mis fuerzas de empujarlo hacia abajo, de reprimirlo. Y lo que terminó pasando es que esa misma vulnerabilidad me ha permitido escuchar el sufrimiento de los demás y no tener que huir de él. Eso que pensé que era el enemigo se ha convertido en un activo increíble. No sin dolor, sino con propósito.
P: En ese sentido, parece que estamos avanzando. Las generaciones más jóvenes han comenzado a hablar sobre salud mental.
R: Tengo dos hijos mileniales y uno de la generación X. Han crecido en un mundo donde la gente habla de estas cosas. Hay un montón de cosas de las que no hablábamos en los 50, 60 y 70. Y no era saludable. Piensa en todas las cosas de las que se habla ahora que estaban ocultas a la vista entonces… Así que creo que es bueno para ellos. Aunque a veces me preocupa un poco que la gente se identifique demasiado con sus diagnósticos. Como si se convirtiera en una especie de etiqueta. Y hay más en mí que mi historia de alcoholismo. Hay más para mí que mi historia de depresión… ¿Y qué es ese más? Todavía lo estoy descubriendo felizmente.
la psicopatología general y las amplias dimensiones de externalización e internalización, con relativamente poca investigación que pruebe rigurosamente las subdimensiones dentro de la psicopatología de externalización e internalización de una manera que permita asociaciones con niveles superiores. -orden, dimensiones amplias que deben diferenciarse estadísticamente de aquellas con subdimensiones específicas. Aquí probamos modelos que incluyen dimensiones específicas dentro de la psicopatología internalizante.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10655959/
Varios modelos dimensionales propuestos de psicopatología internalizante dan cuenta de la comorbilidad entre trastornos definidos categóricamente al postular dimensiones internalizantes tanto amplias (de orden superior o compartidas) como específicas. El modelo tripartito propuso que los trastornos internalizantes se modelan mejor mediante un componente común caracterizado por angustia y afecto negativo, junto con componentes específicos de depresión anhedónica/bajo afecto positivo y excitación ansiosa. Los datos de muestras tanto comunitarias como clínicas son consistentes con este modelo (p. ej., Clark y Watson, 1991 ; Joiner, 1996 ; Teachman et al., 2007 ). Una extensión de este modelo propuso un amplio espectro de internalización con una mayor división en subfactores de angustia y miedo (p. ej., Watson, 2005 ), una estructura que posteriormente se incorporó al modelo conceptual HiTOP (p. ej., Kotov et al., 2017 ). Sin embargo, ambos modelos omiten una dimensión internalizante clave, distinta –la aprehensión ansiosa (preocupación)– y no capturan el espacio dimensional completo a lo largo del cual varían las formas de psicopatología. Por ejemplo, al agrupar la depresión y el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) bajo “angustia”, pasan por alto el rasgo distintivo distintivo del TAG (preocupación incontrolable y excesiva, que no es común en el TDM sin TAG comórbido), así como el papel más destacado. de bajo afecto positivo en la depresión anhedónica.
Aunque los síntomas de excitación ansiosa ocurren claramente durante los ataques de pánico
separan estadísticamente la internalización general y la específica (p. ej., específica de ansiedad-excitación, específica de ansiedad-aprensión y específica de LPA). dimensiones internalizantes.
Después de varias consulta con Rafael el especialista precisó que el paciente presentaba la siguiente situación mental.
Máscaras depresivas
¿Qué son?
Son explicaciones no adecuada ni ciertas con lo cual se encubre un Trastorno Depresivo, las máscaras están vinculadas al miedo acerca los problemas mentales. También las máscaras son producto de la ignorancia relacionada con el mundo emocional.
Máscaras que sobresalen en el caso del paciente Rafael
Ansiedadsoluciones.com es un blog dirigido por el Dr. Luis José Uzcátegui especializado en generar informacion acerca diversos temas relacionados con los problemas de ansiedad
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Chamanismo en la Medicina Actual
El diagnóstico y tratamiento médico son mensajes y experiencias nuevas para el paciente, no los entiende muy bien, los acepta, al creer y confiar en otro humano, en este caso, el profesional de la medicina.
Que de cada 💯 personas 31% tenga la posibilidad de sufrir alguna vez en su vida una enfermedad ansiosa como Trastorno de pánico, Fobia o Ansiedad generalizada es un gigantesco problema para la salud global (Mental y Física)
Dos problemas que se potencian: Ansiedad y cortisol
Los problemas emocionales pueden hacer destrozos en el cuerpo y la mente por aumento de la hormona Cortisol. No gastes tiempo ni dinero en exámenes cuando el problema es la ansiedad




